El camino a Rhodes by Mariana Zapata

autor:Mariana Zapata [Zapata, Mariana]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico, Erótico
editor: ePubLibre
publicado: 2021-04-01T00:00:00+00:00

17

Supe que Jackie tenía algo en mente cuando la pillé por tercera vez observándome y desviando enseguida la mirada al darse cuenta de que la había cazado. Todavía no habíamos hablado de todo el tema de Kaden; simplemente habíamos seguido adelante fingiendo que no había cambiado nada. Porque en realidad, como Jackie lo había sabido desde el principio, ese era el caso.

Ahora que había tenido tiempo para procesarlo todo, sospechaba que no se lo había dicho a nadie, porque entonces Clara habría descubierto que había estado husmeando en su cuenta. Yo no tenía intención de delatarla y meterla en problemas. No me parecía que fuera para tanto.

Me sorprendió cuando, al cabo de un rato, se me acercó y se dirigió a mí tentativamente y con voz dulce.

—¿Aurora?

—¿Qué pasa? —pregunté mientras pasaba las páginas de una de las revistas de pesca que vendíamos en la tienda.

Quería echar un vistazo a un artículo sobre la trucha arcoíris. Cuanto más aprendía sobre peces, más me daba cuenta de lo interesantes que eran.

—Dentro de poco será el cumpleaños de Amos.

¿Qué?

—¿En serio? ¿Cuándo?

—El miércoles.

—¿Cuántos cumple? ¿Dieciséis?

—Sí… Me preguntaba si… —titubeó. La miré y le sonreí con la esperanza de alentarla. Me devolvió la sonrisa⁠—. ¿Podría utilizar tu horno para prepararle una tarta? Me gustaría darle una sorpresa. Dice que no le gustan las tartas y que no quiere una, pero será el primer cumpleaños que pase sin su madre y no quiero que esté triste. O que se enfade conmigo. Encargaría una en la pastelería, pero son muy caras —⁠dijo de carrerilla retorciéndose las manos⁠—. He pensado que podría hacérsela el día antes y dársela cuando vaya a verlo por su cumple, así no se lo esperará.

—Pues claro, Jackie. ¡Qué buena idea! —⁠contesté sin tener que pensármelo. Se me pasó por la cabeza ofrecerme a comprar una tarta, pero a Jackie parecía apetecerle hacerla ella misma, y no quería desilusionarla.

—¿En serio?

—Claro —reiteré—. Ven el martes. Te guardaré la tarta en la nevera hasta que vengas a buscarla.

—¡Toma! ¡Gracias, Aurora! —⁠dijo soltando un gritito.

—De nada.

Sonrió un momento antes de desviar la mirada. Entonces decidí que podía ser un buen momento para resolver aquello de una vez por todas. Clara estaba en la trastienda.

—Sabes que no hay ningún problema entre nosotras, ¿no? —⁠Volvió a centrar la mirada en mí con una pequeña sonrisa tensa. Le toqué el brazo⁠—. No pasa nada porque lo sepas. Antes era un secreto, pero ya no. Lo que pasa es que no me gusta decírselo a la gente a menos que me vea obligada a hacerlo. No estoy enfadada. Todo va bien, Jackie. ¿Vale?

Asintió deprisa y vaciló un momento antes de preguntar:

—¿Se lo vas a contar a Amos?

—Algún día, pero me gustaría ser yo quien se lo contara. Aunque si se lo dijeras por accidente o te sintieras incómoda guardando el secreto, lo entendería.

—No, es cosa tuya. Solo siento no habértelo dicho antes —⁠concluyó tras pensárselo un momento.

—No pasa nada.

Me pareció que todavía le rondaba algo por la cabeza, así que esperé. Sabía que tenía razón.

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